miércoles, 9 de octubre de 2019

Jazz

El jazz, la sinfonía que dibuja pasatiempos
mientras te repasa el pasado.
Podría definirse como la nueva droga de salón,
en la que asesinar poemas es recital
y los recuerdos hacen tatuajes con agujas invisibles.

Y yo, en parte, acostumbrado a leer prosas,
me he dado cuenta que ninguna me hizo tan preso
como las que tú tatareastes.
Encendidos por la vela rutinaria,
las hogueras se convirtieron en ahogadillas
hasta cuando el agua no superaba las rodillas.

En verdad, eso de envolver países con colores
me lo enseñaron dos amores
que una vez hice canción.
Ahora les debo enseñanzas a mis miedos por hacerme conductor
o diseñador. Si hablamos por el modo en que agarro el timón.

Aún así, sigo castigando mis deseos,
hasta cuando más feliz me veo
para saber de dónde vengo y recordarme
que construir sueños nunca fue mi don.
Será verdad que el tiempo moldea, pero
¿Y si estas manos no están hechas alfareras de profesión?

domingo, 10 de marzo de 2019

Hoy te diviertes, no te das cuenta, entre corrientes, doblando apuestas, cruzando puentes, abriendo puertas, surcando mentes, quemando metas.

Tengo en la mano, la mitad ases, buscando el valor, restando frases, haciendo el amor, sin dar detalles, perdiendo el color, gastando males.

Donde ves miedo, yo veo mundo, le cambié el puedo, por un segundo, se que estoy ciego, voy dando tumbos, miro hacia el cielo, un sí rotundo.

domingo, 10 de febrero de 2019

A-6 tramos

Camino al norte, vuelvo a notarte, no sé si es por el verde del paisaje o por todos esos carteles que me hacen sentir lejos de casa. Entre ruinas, las millas se convierten en mellas y mi yo recuerda expresiones que nunca había sentido.

La niebla camufla el rocío, contando más humedades que pequeños pueblos asaltamos. No hay silencio, a pesar de que el ruido se deshizo al olvidar nuestra vivaz ciudad. Y hasta el viento disipa el rastro de sonrisas que nos des-dibujamos.

Los retratos se contagian de párpados ajenos mientras el vaho vuela contratado por el tiempo. Las luces de otros coches simulan un sendero formado por conchas que alguna vez ya pisamos y en vez de sal hay soledad a cada lado del retrovisor.

Camino al norte, vuelvo a recordarte pero esta vez sonrío a tu reflejo, decorando la vida a pinceladas por lo aprendido, descosiendo futuros por posibles presentes. Intuyendo que al camino le debemos más  errores, más tropiezos.

domingo, 3 de febrero de 2019

Como Julio

Cierro los ojos, recuerdo las hojas cayendo camino al acantilado, encandilado por la brisa, abrasado por los pensamientos de un rostro equivocado.

El aire recordaba aquellos bailes de verano, de Julio dando calor a las cuerdas de la guitarra, de carmín adornando el cuello de las camisas.

Las golondrinas me sobrepasaban simulando las pisadas de aquel alma emocionada, y sonreí como sonrieron mis manos al mirarla.

Las ramas de los árboles crujían en un intento de tocar las palmas, un palmo nos separaba.

El perfume de las flores desprendido por el viento me acariciaba como lo hizo su aliento sobre mis dedos aquella agitada madrugada.

Entonces las nubes acompañaron a mis lagrimales y llovió embarrándose el final del camino. Dejando al sol de lado como esa vez dejamos de lado los sentimentos.

lunes, 28 de enero de 2019

Sabías demasiado

Sabía a mediodía entre sus manos.
Retaba cada paso, como solía hacer con la marea. Morena, miraba a la cala que llevaba su nombre, vibrando entre sonrisas de un otoño no planeado. Con sus suspiros, coloreaba los granos de arena mientras le bailaba suave al viento.

Sabía a atardecer decorando puestas de sol con su mirada. Ponía en pie todas las flores de mayo, sorteaba viajes hacía laderas de ensueño, enseñaba a planear con el alma en vilo. Conseguía asaltar precipicios con una mueca, era capaz de restarle horas al reloj de pared.

Sabía demasiado, como el chocolate en una noche de invierno, como el dolor en el rostro de los pasajeros en cada estación de tren. Tocaba música con el movimiento de sus caderas, le dedicaba poesías a la luna, sonrojaba con su magia el fuego de las chimeneas.

Sabías demasiado...

miércoles, 23 de enero de 2019

A la altura

El arte de mirar entre costuras, con taras mostrando las tiras de tus penas, no paras.
Si suena la música no te pongas trabas, trabaja, teje tu historia con tesón.

No son gritos de histeria, saben a misterio entre tus piernas, perdón.
Si eso ha sido rudo. Ruido, hizo el vendaval que nos deshizo. Desdicha.

Dicho por como navega el mundo, es hondo el pozo, donde ahora se hunde, inundo.
Esos pensamientos, no miento, solo me confunde el resto.

Resta. No arrastres lo que no te suma. Somos como el viento en marzo, meciendo tu pelo con soltura, sonríe, ponte a la altura del timón que ahora te maneja, ataja.

Entre esos mares, los sueños se demoran, esperan. Mientras sus mensajes se expiran. Inspiran a sus pequeños párpados, ¡pálpalo! Esos bailes nos dejaron perplejos.

martes, 15 de enero de 2019

Entre umbría.

Allí nos ves, cambiando el rumbo, sonando rumbas, bailando cumbias con las ganas en umbría. Hundida la pasión entre mis llagas, me halaga, recordar como llegaste ¿Notaste? El desgaste de mis cuerdas, arreglando mis trastes, tristes tras tantos tropiezos.

Empiezo a atracar las alegrías, mojados en columpios sin tiempo. Poniendo otra melodía entre tus manos. Recuerdos de ese mediodía, sonrisas en la playa, en buena compañía, surferos gritando pura vida, parando al acelerador que mete prisa.

Presos del mundo y su presión. Quiero recordar tu cuerpo en prosa. Los miedos en prisión como el ego. Hago lo que puedo, para ser feliz, desliz tras desliz. Listo para dar otro salto, mandar los miedos lejos al cajón. Coge lo que quieras luego vuelvo.

Vuelo sobre el verde campo de tus ojos, componiendo versos, vasos medio llenos, yendo despacio entre tus dedos. Dándole lecciones al silencio. Asientos medio rotos por deseo. ¡Díselo! Este celo ya no sujeta pedazos, dibujaré la vida entre tus lienzos.

viernes, 11 de enero de 2019

Sin más.

Volando mentalmente entre tus palmas, tocando almas, sacando fuera de mí lo que no me calma, ¿Dar más?
Saludo al karma y me sonríe sin más. Sí, Má, he vuelvo a tropezar entre Sevilla y Graná. Grandma, desde aquí te recuerdo, no sé si sigo cuerdo o no me acuerdo de empezar. Otra cuerda rota antes de andar. Al mar, un loco al que le ahoga repescar la realidad ¿Verdad?

Entre dos vainas, criando malvas, ¡Mal vas!
Si no sabes bailar, la vida te da vueltas sin cesar, lamento mi pesar...
Pasar pisando a fondo, me fundo si enfundo la maldad.
Este escudo, es puro, inspira felicidad, se expira tu cintura, me sabes a tortura, de torpe a caradura sin cantar. La música me dura lo mismo que el amor entre venturas, ¿Otra aventura? Dónde hay que firmar...

Formar, contigo el universo, cansado de unir versos, no logro descifrar, las cifras cuesta abajo, perdido en tus reflejos, complejo de poeta, veo lejos, fardar de esos lujos, seguiré tus consejos. Perderme entre tus besos, versiono mi emoción y me despejo. Aprendiendo a saltos, sin tos, con la retina seca, la costa nos acostó, aposta, frente a nuestra postal, ¿Qué nos cuesta? Volver a apostar por experiencias...