domingo, 10 de febrero de 2019

A-6 tramos

Camino al norte, vuelvo a notarte, no sé si es por el verde del paisaje o por todos esos carteles que me hacen sentir lejos de casa. Entre ruinas, las millas se convierten en mellas y mi yo recuerda expresiones que nunca había sentido.

La niebla camufla el rocío, contando más humedades que pequeños pueblos asaltamos. No hay silencio, a pesar de que el ruido se deshizo al olvidar nuestra vivaz ciudad. Y hasta el viento disipa el rastro de sonrisas que nos des-dibujamos.

Los retratos se contagian de párpados ajenos mientras el vaho vuela contratado por el tiempo. Las luces de otros coches simulan un sendero formado por conchas que alguna vez ya pisamos y en vez de sal hay soledad a cada lado del retrovisor.

Camino al norte, vuelvo a recordarte pero esta vez sonrío a tu reflejo, decorando la vida a pinceladas por lo aprendido, descosiendo futuros por posibles presentes. Intuyendo que al camino le debemos más  errores, más tropiezos.

domingo, 3 de febrero de 2019

Como Julio

Cierro los ojos, recuerdo las hojas cayendo camino al acantilado, encandilado por la brisa, abrasado por los pensamientos de un rostro equivocado.

El aire recordaba aquellos bailes de verano, de Julio dando calor a las cuerdas de la guitarra, de carmín adornando el cuello de las camisas.

Las golondrinas me sobrepasaban simulando las pisadas de aquel alma emocionada, y sonreí como sonrieron mis manos al mirarla.

Las ramas de los árboles crujían en un intento de tocar las palmas, un palmo nos separaba.

El perfume de las flores desprendido por el viento me acariciaba como lo hizo su aliento sobre mis dedos aquella agitada madrugada.

Entonces las nubes acompañaron a mis lagrimales y llovió embarrándose el final del camino. Dejando al sol de lado como esa vez dejamos de lado los sentimentos.