Hoy me he levantado
con ganas
de borrar prenociones
y soltarte
eso de para siempre
pero cambiándolo
por un hasta ese día.
Ese día
en que no me acuerde
del tiempo
que llevan mis ojos
alimentándose de tu belleza.
Ese día
en que mis piernas
no sean capaces
de invitarte a bailar
y me acaricies las manos
con tal complicidad
que no hagan falta palabras
para saber la verdad.
La verdad, la verdad
es que habrá pasado el tiempo
y habremos dejado de ser
esos dos críos inquietos
jugando a no mirarse
por miedo al sonrojar.
La verdad, la verdad
es que llegará un momento
en que no habrá vuelta atrás
Y me habré acostumbrado
tanto a tu paisaje
que no quiera nada más.
Nada más, nada más
que sigas acompañándome
en este viaje
hasta ese día.
