domingo, 3 de febrero de 2019

Como Julio

Cierro los ojos, recuerdo las hojas cayendo camino al acantilado, encandilado por la brisa, abrasado por los pensamientos de un rostro equivocado.

El aire recordaba aquellos bailes de verano, de Julio dando calor a las cuerdas de la guitarra, de carmín adornando el cuello de las camisas.

Las golondrinas me sobrepasaban simulando las pisadas de aquel alma emocionada, y sonreí como sonrieron mis manos al mirarla.

Las ramas de los árboles crujían en un intento de tocar las palmas, un palmo nos separaba.

El perfume de las flores desprendido por el viento me acariciaba como lo hizo su aliento sobre mis dedos aquella agitada madrugada.

Entonces las nubes acompañaron a mis lagrimales y llovió embarrándose el final del camino. Dejando al sol de lado como esa vez dejamos de lado los sentimentos.

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