Lo ves

Sin notas a los pies de mil cafes, rendido a tu belleza. He vuelto a recordar de donde vienes. Viento de levante levitando entre tu vientre y mi mirada.

Miriadas de amor, dulzura de paladar ajeno. Rebuscando en el ayer el porque de tu pasar, pesas. Estoy matando prisas preso de nuestra conciencia, muérdagos en cada red.

Resistes por el mar y su decencia, recetas de como amar las despedidas. Despues de tantos tangos tengo en fango mi fe. Feroz por tu figura, fisuraste mi tez.

Tenaz y tenue, tristes trotes en unos trastes sin tratar. Te distes por mecida, mezcla de dolor y amor hecho a medida. Dime, ¿ahora lo ves?

Entre estelas sin guión

Recordando la tristeza entre mis manos, el sabor a (a)mar... en tiempos de desescalada, se hace de noche para aquellos que en las alturas encontraron su hábitat natural.

Escuece cada paso, los sueños, todos ellos, se han escondido asustados por una realidad que vestida de seda paseaba por la playa gritándole al viento libertad.

Entre (des)nudos, gotas de lluvia y marca-besos dibujaba sonrisas a un paisaje de vértigo. Los bailes, propiedad del viento, desfiguraban miradas en la distancia.

Orquestas que hacían de puestas de sol. Sinfonía a la belleza, por inercia se movía. Era poesía por escribir, entre canciones de despedida y cartas para no volver.

Era poesía...

Are we still flying?

Are we still flying?

Has vuelto, tocando con suavidad mis párpados al respirar. Descifrastes paraísos. Entre ruidos de motor el verde te seguía sin reproches.

Has vuelto, en forma de huracán que alguna vez con sutileza tocó tierra. Desnudando sueños, con calma, vestías sobre tus hombros la noche.

Noches que aún reproducen mis pupilas, mientras gritabas rebeldía a unas estrellas que nunca habían brillado tan fuerte. Ellas respondían con caricias.

El tiempo se hizo película. Los aplausos cambiaban de colchón cada madrugada. Donde las sonrisas no se venden creastes melodías que aún en silencio mis dedos bailan.

Has vuelto, a marcharte, con marea baja e ilusiones por bandera. Entre cartas que suspiraban con volver, a una tierra que nos hizo promesa cada viernes. Que nos despertó con realidad.