lunes, 9 de mayo de 2016

Tempestad

Y qué es el aire si no está para pasear delante de cada escenario,
se me vuelven a paralizar las manos
y está vez con cuidado puse el corazón a buen recaudo.
Todas las noches he pensado en describir las líneas que oscurecen los retratos
de cada una de las estrellas que acarician su tejado.
Sin embargo, qué es el sol si cada tramo de asfalto que cubría el campo verde de sus ojos ha quedado sepultado.
Te pido mar sin sal, refugio de los años que pasaron, rezando por volver a ti los llantos. Que calmes con tus besos tantos daños, disfraces el dolor con tus abrazos y vuelvas a sonar sin calendarios.

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